Tendría que volver
a asesinarla. Sí:
el lápiz y el papel
y la mano, conscientes
sólo de su sordera,
la tomarán del cuello,
la ahorcarán. Que nadie
me apure --"¡no se anima!"--;
que nadie me perdone.
Tendría que volver a asesinarla. Sí: el lápiz y el papel y la mano, conscientes sólo de su sordera, la tomarán del cuello, la ahorcará...